domingo, 21 de octubre de 2012

Cansado de vociferos y lameculos...

Como sigue siendo habitual en los últimos meses, oigo y leo comentarios en distintos medios de comunicación de personas que intentan justificar todos y cada uno de los pasos que el gobierno central está dando para la "recuperación de la economía nacional". En realidad, ello ha dejado de preocuparme.
Lo que sí me inquieta son los comentarios de la gente de calle, de esos que oyes en el bar, en el trabajo, en la panadería, en cualquiera de los lugares que sueles visitar... Sin ir más lejos, esta semana se habla de "los chinos", del supuesto "daño que están haciendo a España", y sin embargo, hace tan solo unos minutos he leído en un diario nacional que en la trama había 200 empresarios españoles que la usaban para blanquear dinero. Y, según palabras del ministro, de los 87 detenidos, habría algún nombre que causaría sorpresa, refiriéndose a empresarios y personajes acaudalados.
La implicación de empresarios en la trama china, mañana, será negado o justificado por aquella gente de calle que sin más, se cierra en una sin razón, que no logro entender.
A mí me gustaría no tener la evidencia de que en este país la corrupción "se lleva en la sangre". Son muchos siglos de "picaresca", "pillaje", "timo", "estraperlo" y "ratería". De hecho, es normal justificar la corrupción con un simple "yo haría lo mismo".
Estoy cansado. Sí, cansado de tanto chorizo y mangante; de tanto vocifero y lameculos del poder político y financiero; de tanto nacionalismo español y patriótico; y, sobre todo, de ver como cada día mis derechos y los vuestros, aquellos que hemos tenido gracias a la lucha y el sacrificio de muchas personas durante décadas, se ven pisotedos y mermados por el gobierno de este país, con el beneplácito de un número importante de españoles que miran para otro lado, y que el tiempo se encargará de pasar factura a ellos y a sus hijos... a todos.