viernes, 28 de septiembre de 2007

Leer en la cama


¿Quién de vosotros lee en la cama?. He aquí un nuevo formato de lectura.

martes, 25 de septiembre de 2007

Adiós a Marcel Marceau

¡Cuánta ternura, cuánta melancolía y cuánta poesía en aquellos ojos inmensos!¡En aquel rostro blanco, unos labios rojo intenso hacían juego con la flor de su sombrero! ¡Cuánta humanidad queda en silencio!


viernes, 21 de septiembre de 2007

Nos vamos a la segunda edición del Hay Festival







Pues sí, el próximo viernes, día 28, nos vamos a Segovia. Se celebra por segunda vez el Hay Festival.

¿Qué es eso?. Pues un lugar de encuentro donde se habla, sobre todo, de libros.

El Festival se celebra entre el 27 y el 30 de Septiembre. El programa se puede consultar en la página oficial. Nosotros (Toñi, Pepe, Pilar y yo) estaremos de viernes a domingo. Ya tenemos entradas para algunos de los eventos.

Estará Ian Rankin, Wole Soyinka, Hanif Kureishi, Daniel Alarcón, Santiago Roncagliolo, Javier Cercas, Juan Gelman, Rodríguez Mallo, etc. Una cita que se va haciendo ineludible.

GENIAL: Educación para la ciudadanía, los obispos y el Gran Wyoming


Os propongo ver este video del programa del Gran Wyoming:

Una de las mejores aportaciones al debate de la Educación para la Ciudadanía. Humor inteligente del Gran Wyoming. No tiene desperdicio. Ver Video

jueves, 20 de septiembre de 2007

Homenaje a Sacco y Vanzetti


No preguntarme por qué, pero hoy quisiera recordar a estos dos anarquistas que fueron ejecutados hace 80 años. Ahí va mi recuerdo:


El caso de los dos anarquistas italianos demuestra que las instituciones democráticas más minuciosamente estudiadas no son mejores que los individuos que las usan como instrumento. Albert Einstein.


Policía: ¿es usted un ciudadano?
Sacco: No.
Policía: ¿Usted es comunista?
Sacco: No.
Policía: ¿anarquista?
Sacco: No.
Policía: ¿Usted cree en nuestro gobierno?
Sacco: Sí, aunque algunas cosas me gustan diferentes.

Al principio del juicio, el Juez Thayer dijo al jurado: Señores, ustedes han sido convocados para realizar con el mismo espíritu de patriotismo, valor, y devoción su deber como lo hicieron nuestros soldados.

Fiscal Katzmann: ¿Amaba usted este país en la última semana de mayo de 1917?
Sacco: Me es difícil responder en una sola palabra, Sr. Katzmann.
Fiscal Katzmann: Hay dos palabras que usted puede usar, Sr. Sacco, sí o no. ¿Cual es?
Sacco: Sí
Fiscal Katzmann: ¿Y para mostrar su amor por los Estados Unidos de América cuando estaba a punto de ser llamado como soldado, usted corrió a México?

Después que todas las apelaciones de los acusados se agotaron, el caso llegó a Holmes, en la Corte Suprema, que se negó a revisarlo. El veredicto se mantuvo.El 23 de agosto de 1927, hace exactamente ochenta años, en la prisión de Charlestown, Massachussets, fueron ejecutados en la silla eléctrica, Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti (zapatero uno, y vendedor ambulante de pescado, el otro), emigrantes italianos, acusados de robo y asesinato del pagador de una fábrica de zapatos.

Cincuenta años después, el 23 de agosto de 1977, el Gobernador Michael Dukakis de Massachusetts puso en marcha una comisión para analizar el juicio, que concluyó en los dos hombres no habían tenido un juicio justo.

Una carta, firmada por John M. Cabot (embajador americano retirado) declaró su "gran indignación", señalando que la confirmación de la pena de muerte por el Gobernador Fuller se hizo después de una revisión especial por tres de los más distinguidos ciudadanos de Massachussets (el presidente de Harvard, Lowell, el Presidente del MIT, Stratton y la Juez jubilada Grant). Esos tres distinguidos y respetados ciudadanos fueron vistos de forma diferente por Heywood Broun que escribió inmediatamente en su columna para el New York World después de que la comisión del Gobernador hizo su informe. Sus palabras fueron: No todo prisionero tiene un Presidente de Harvard que aprieta el interruptor para él... Si éste es un linchamiento, por lo menos el vendedor ambulante de pescado y su amigo artesano pueden tener como consuelo para el alma que morirá a manos de hombres en traje de gala o con togas académicas.

Heywood Broun, uno de los periodistas más distinguidos del siglo XX, no continuó como redactor para el New York World.

La ejecución de Sacco y Vanzetti fue llevada al cine en 1971 por Giuliano Montaldo, y tanto la película como la magnífica Balada de Sacco y Vanzetti (con letra de Joan Baez y música de Ennio Morricone) se convirtieron en la década de los setenta, en símbolos de libertad en todo el mundo.

Todo había comenzado el 15 de abril de 1920, cuando el pagador de una fábrica de zapatos y su escolta fueron tiroteados en los suburbios de Boston. Los autores huyeron en un coche negro, donde aguardaban otras personas. A pesar de lo espectacular del suceso y la abundancia de testigos, la policía no pudo establecer si los asesinos habían sido dos, tres o cuatro, aunque algunos apuntaron que caminaban como italianos.

Ley, no es sinónimo de Justicia, ni en EEUU ni en el resto del mundo. Dos mil años atrás, a principios del siglo XX, y actualmente… Pobres, emigrantes, negros, judíos, libres pensadores, opositores a los sistemas establecidos, trabajadores, sindicalistas, anarquistas, comunistas, han sido discriminados y perseguidos históricamente.

Casi a diario se conocen casos de procesos judiciales sesgados, injustos, repletos de errores, que terminan con la vida física o psíquica de seres humanos acusados de delitos que no cometieron. Casi a diario, suceden en el mundo injusticias amparadas en la Ley, de las que no tenemos conocimiento.

En 1663, Galileo Galilei, obligado por la Santa Inquisición (comandada por el Papa Urbano VIII) a arrodillarse y retractarse de sus ideas acerca el movimiento de la tierra, dijo en voz baja Eppur si muove ( y sin embargo se mueve). Las últimas palabras pronunciadas por Nicola Sacco, mirando a los testigos, fueron Buenas noches señores, ¡viva la anarquía!...

Es por eso que el 23 de agosto de 1927, debería recordarse como símbolo de la discriminación ideológica y racial, y de todas las injusticias que se cometieron y siguen cometiéndose en el mundo. Además, claro, de todas las persecuciones que se realizan a diario, en todos los rincones del planeta. Las injusticias, siguen existiendo, y a pesar que la pena de muerte es una vergüenza humana, todo daño por procesos injustos es siempre irreparable.


Primero se llevaron a los judíos, pero como yo no era judío, no me importó.
Después se llevaron a los comunistas, pero como yo no era comunista, tampoco me importó.
Luego se llevaron a los obreros, pero como yo no era obrero tampoco me importó.
Más tarde se llevaron a los intelectuales, pero como yo no era intelectual, tampoco me importó.
Después siguieron con los curas, pero como yo no era cura, tampoco me importó. Ahora vienen por mí, pero ya es demasiado tarde.
Bertolt Brecht (1898-1956)

Homenaje a Sacco y Vanzetti (you.tube)

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Lectores de segundo nivel


Explica Umberto Eco que hay lectores de primer nivel y lectores de segundo nivel: los primeros quieren saber qué sucede, los segundos desean saber cómo se relata lo que sucede. «Para saber cómo acaba la historia basta, normalmente, leer una sola vez. Para convertirse en lector de segundo nivel es preciso leer muchas veces, y algunas historias hay que leerlas un sinfín de veces».

«No existen lectores exclusivamente de segundo nivel; es más, para llegar a serlo hay que haber sido un buen lector de primer nivel». Ahora bien, continúa Eco, «cuidémonos bien de entender esta distinción de niveles como si, por una parte, hubiera un lector que se conforma fácilmente, al que le interesa la historia y, por otra, un lector con un paladar estéticamente fino, interesado por el lenguaje. Si así fuera, deberíamos leer "El conde de Montecristo" en el primer nivel apasionándonos, e incluso derramando ardientes lágrimas en todo momento; y luego, en el segundo nivel, deberíamos darnos cuenta, como corresponde, que está escrito fatal desde el punto de vista estilístico, por lo que decidimos que se trata de una novela malísima. En cambio, el milagro de obras como "El conde de Montecristo" es que, aun estando fatalmente escritas, son obras maestras de la narrativa. Y, por lo tanto, el lector de segundo nivel no es sólo el que se da cuenta de que la novela está mal escrita, sino también aquel que, a pesar de ello, se da cuenta de que la estructura narrativa es perfecta, los arquetipos están todos en su punto, los golpes de escena se dosifican al milímetro, el aliento (aunque a veces jadee) es casi homérico. (...) El lector de segundo nivel es aquel que se da cuenta de cómo la obra sabe funcionar bien en el primer nivel».

Umberto Eco. Sobre literatura (sulla Letteratura, 2002). Barcelona: RqueR, 2002; 347 pp.; trad. de Helena Lozano Miralles; ISBN: 84-932721-1-6.